DESEO
Maria Alejandra Celis Yanes

Maria Alejandra Celis Yanes

Coach holística, guía espiritual y especialista en duelo. Autora del libro "De las Cenizas al Amor". Maestra de Meditación y Reiki.

Te Deseo…

Hace unos pocos días escribí un blog sobre el desapego emocional. Compartí la notificación por correo a una extensa lista de personas que han seguido mi trabajo desde hace algunos años. ¡Y oh sorpresa! he recibido múltiples respuestas en las que me doy cuenta de la gran necesidad que hay de aprender sobre el tema y aplicarlo.

Casos de mujeres que abiertamente dicen no amar a sus esposos o a su pareja, pero que están tan acostumbradas a ellos que deciden quedarse allí, aunque sean infelices. 

Una persona me cuenta que es víctima de acoso, burla y crítica por parte de su pareja desde hace muchos años, pero que no está lista para quedarse sola, además que no sabe cómo terminar la relación porque se siente “cómoda”.

Otra víctima típica de la educación y las costumbres familiares, está con su esposo desde los 17 años, su único novio y hombre que ha tenido en su vida, pero le fue infiel y aunque ella ‘lo perdonó’ siente mucha inseguridad. Y ahora, su marido tiene un acercamiento abierto con una amiga de la adolescencia, con la cual chatea y se manda fotos frecuentemente, pero él le dice que eso no es nada, que sólo son amigos. 

Entonces ella me pregunta, ¿será que tengo apego emocional? Porque, aunque sé que me está engañando de nuevo, no tengo fuerzas para dejarlo.

Uno de los mayores problemas que está afectando a la humanidad es la falta de amor propio y confianza en si mismos. Es hora de trabajar en esos temas, enfrentarlos y entender que nadie nos puede “hacer felices” y debemos buscar las herramientas y el acompañamiento para lograrlo.

Y ante tantas situaciones donde quisiera poder ayudarlos a todos acompañándolos a descubrirse para volver a quererse y valorarse, desde la distancia lo único que me queda es desearles lo mejor.  

Y pensando en esto les comparto un texto maravilloso que el poeta y novelista del romanticismo francés Víctor Hugo escribió en el siglo XIX, llamado: TE DESEO. Quizás algo de esto resuene contigo. 

DESEO –Victor Hugo-

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas, y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede nada más, esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven
no madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa y
la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen, y que te rodean,
seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esa manera te
sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea,
y que la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
y que por lo menos una vez por año
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas
“Esto es mío”,
sólo para que quede claro
quién es dueño de quién.

Te deseo además que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir,
sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que
siendo hombre, tengas una buena mujer
y, que siendo mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente,
y que cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar
no tengo nada más que desearte.

Con mi corazón lleno de los mejores deseos para ti.

MACY

Y para apoyarte aun más en este proceso, te recomiendo hacer esta meditación especial para calmar la ansiedad. Estoy segura de que será un refugio donde encontrarás paz.