Diferir lo importante es un mal hábito que nos impide alcanzar nuestras metas. Postergar o procrastinar nos produce constantes frustraciones por no hacer lo que nos proponemos, lo cual afecta de manera considerable nuestra autoestima y el concepto que tenemos de nosotros mismos. Es como si de alguna manera nos defraudaramos.
Pero si es tan importante lo que queremos lograr ¿por qué postergamos o procrastinamos?
Aunque parezca mentira, la procrastinación nos hace sentir bien y por eso postergamos lo importante.
La explicación técnica está vinculada a la obtención inmediata de placer que nos impide enfocarnos en nuestros objetivos. El reto es poder retrasar esa satisfacción fugaz que nos da procrastinar y desarrollar la fortaleza para realizar nuestras metas.
Dejamos de actualizar el curriculum, de estudiar para ese examen importante, de organizar nuestro presupuesto, de avanzar en ese proyecto, de salir a hacer ejercicio, por pequeñas distracciones, aparentemente inofensivas, que nos hacen sentir bien: ver una serie, videos de
perros en Youtube o navegar por infinitas horas en el feed de Instagram.
Avanzar hacia nuestro sueño requiere valentía. Pero ese valor no es una batalla épica como Juego de Tronos. Es en realidad enfrentar las pequeñas luchas que tenemos con nosotros mismos cada día.
¿Por qué caemos en la tentación de procrastinar?
1. Miedo a fracasar. Nos da pánico intentarlo y que nos salga mal. Y lo cierto es que no hay peor fracaso que no intentarlo. Y aún cuando tu meta no salga como esperas, te aseguro que en el proceso de perseguirla vas a ganar aprendizajes y experiencias que sin duda te acercarán a tu propósito. Pero si no lo intentas nunca lo sabrás.
Nos da pánico intentarlo y que nos salga mal. Y lo cierto es que no hay peor fracaso que no intentarlo. Y aún cuando tu meta no salga como esperas, te aseguro que en el proceso de perseguirla vas a ganar aprendizajes y experiencias que sin duda te acercarán a tu propósito. Pero si no lo intentas nunca lo sabrás.
2. Falta de pasión por tu meta. ¿Ese objetivo lo quieres lograr para ti o para complacer a otros? ¿Es una meta que crees que debes cumplir porque aprendiste en casa que eso significaba ser exitoso? Reflexiona sobre tus verdaderas razones para alcanzar esa meta y si sientes que en realidad no quieres eso, atrévete a ser honesto contigo. Conócete más y busca con paciencia dentro de ti eso que verdaderamente quieres
lograr.
3. Falta de acompañamiento profesional. El logro de nuestros objetivos o metas requieren de cierta estructura que con frecuencia no tenemos y que solo podemos elaborar y/o desarrollar con un experto en la materia. Un sistema estructurado o un acompañamiento individualizado a veces es necesario.
Para superar estas razones te recomiendo visualizar tu meta con esta meditación guiada.
Dale a tu mente herramientas para imaginar cómo te vas a sentir cuando alcances ese logro. Eso le dará más fuerza a tu ilusión que a esos miedos que no te dejan sentarte a trabajar en lo que es prioridad para el logro de tu propósito.
Si lo que te falta es pasión, te invito a evaluar esa meta y a formular nuevas que se parezcan más a ti y a lo que verdaderamente eres con el apoyo de mi guía Diseñando tu Propósito. La puedes descargar gratis aquí.
Y si lo que necesitas es hablar sobre esto y conseguir una orientación, te acompaño a través de mis sesiones de coaching. Escríbeme a macy@marialejandracelis.com y agendemos una cita que te ayudará a aclarar el panorama y avanzar hacia tu propósito.
Con mi 💓 a tu servicio
María Alejandra Celis
Life Coach Profesional