Estamos a la espera de “Dorian” un huracán que se acerca a la Florida. Este momento me hace recordar de una pareja a la cual estaba apoyando como Coach hace dos años cuando pasó el huracán “Irma”.
En medio de la tormenta pasaron uno de los momentos más desafiantes de su relación y estando encerrados en un cuarto de hotel, en medio de los grandes vientos y lluvia, tuvieron una gran pelea y no les quedó más nada que entregarse al proceso, desnudar sus almas y abrir sus corazones para hablar con humildad y vulnerabilidad sobre las diferencias y problemas que los estaban separando, al punto de que ya estaban casi terminando la relación.
En ese momento ambos pudieron ver los asuntos que aún tenían pendientes de resolver personalmente, que traían de experiencias pasadas y ver, de qué manera cada cual estaba dispuesto a resolverlas.
Al igual que esta pareja vivió su huracán externo e interno, cuando enfrentamos la posibilidad de la llegada de un huracán a nuestra ciudad tenemos que estar claros que pueden venir pruebas muy duras que con determinación y prevención pueden ser más fáciles de pasar.
Lo principal en momentos como estos es mantener las emociones lo más calmadas posibles y, aunque es bueno estar conectados con las noticias, también hay que conectarse con la visualización de ver esa gran tormenta bajando su fuerza, cambiando de dirección hacia un lugar donde no dañe a nadie y debilitándose para que sea solo una pequeña lluvia ¡Todo es posible!
Son momentos donde los sentimientos de confusión y angustia por la incertidumbre nos invaden.
Por esa razón debemos buscar espacios de meditación, escuchar música relajante, aprovechar el tiempo para jugar y compartir con la familia enfocándonos en todo aquello que nos motive, compartir brindándonos apoyo, confort y amor para saber que juntos es más fácil sobrellevar esta situación.
Después de todo, estos son momentos de transformación y hay que aprovecharlos al máximo. Probar nuestra fuerza espiritual y nuestro poder creador con la naturaleza trabajando junto con ella y de alguna manera utilizar técnicas como el Ho’ponopono, utilizando las palabras: “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”
Revisa cuáles son las cosas importantes que te gustaría tener a tu lado en caso de que te toque evacuar o dejar tu hogar inesperadamente.
Mantente cerca de la personas que amas, tus mascotas, ten tus medicinas a la mano y sobretodo tus documentos de identidad.
Si estás en un lugar en el que podrías ser afectado directamente muévete de allí con tiempo, busca refugio y sé precavido para evitar problemas mayores.
Si en el paso del huracán te toca atravesar ciertas pruebas y problemas, te animo a no perder la calma y la fe. Pon todas tus fuerzas y energías en recuperar lo que has perdido o en renovarte completamente.
Sí, tus emociones estarán alteradas es de humanos temer por lo desconocido, pero con actitud positiva, la previsión necesaria y el cuidado enfocado en ti, tu familia, tus mascotas y tus vecinos, puedes confiar en que podrás, junto a todos ellos, salir librados de todas las pruebas que se les presenten.
Recuerda respetar los mensajes de la madre naturaleza, sus tiempos, sus ritmos y sus procesos de limpieza. Acéptalos y mantente en tu lugar seguro y en oración para que todo fluya en armonía y para el mayor bien de todos.
Piensa que Dios permite que sucedan estas tormentas para limpiar y sacar todo lo que ya no nos sirve y abrirnos un nuevo horizonte para un mañana mejor.
Comparto mi amor y luz contigo…
M.A.C.Y.